La cultura digital es una pieza fundamental para producir valor en nuestra economía, la era tecnológica en la que nos encontramos ha sido capaz de introducirse en la sociedad potenciando la transferencia de datos y de información, además del desarrollo del comercio, la banca, la industria, la educación, la medicina y las ciencias, cambiando de forma sustancial la interacción de individuos, empresas, gobiernos y mercados.
Toda esta innovación no hubiese sido posible sin las redes digitales que engloban tanto a los consumidores como también a los mercados del mundo, abriendo caminos hasta entonces, desconocidos.
Con este mundo cada vez más digital, la economía se ve en una encrucijada, pues en el caso de que no se incorpore a las tendencias del mundo digital, quedará rezagada de todo el desarrollo que tendrá el resto del mundo. Por esta razón, las empresas, los consumidores y gobiernos deben saber llevar las transformaciones digitales para mejorar así sus niveles de eficiencia y resistir a los cambios progresivos. Si estas tres entidades se someten a dichas transformaciones, se ven sumamente beneficiadas, pues entran en una suerte de intercambio provechoso.
Estudios recientes comprueban que el ecosistema digital tiene la facultad de promover el desarrollo de los países; un 20% en la inversión de tecnologías de la información, hace que se eleve, en un punto porcentual el crecimiento del PIB y un tercio el crecimiento mundial.
Las mediciones apuntan que en Chile, el tamaño de la economía digital representa el 3% del PIB y se espera que para el año 2020 su desarrollo aumente en a un 4,5%. En países desarrollados como Estados Unidos y Japón, su economía digital actual es de un 8% del PIB aproximadamente y se espera que crezca a un 12% hacia fines de la década.
Los datos anteriores son proporcionados por el Centro de Estudios de la Economía Digital de la CCS, el cual analiza y promueve el desarrollo e incidencia de las tecnologías de la información y comunicación en las personas, empresas y sistemas socioeconómicos.
Es complejo, pero a la vez, sumamente importante realizar mediciones de la investigación y desarrollo de la era digital, pues el desarrollo tecnológico va de la mano con el énfasis que las empresas le dan a la investigación y desarrollo. Por lo que se pretende medir y detectar las transformaciones por las que atraviesa la economía y la sociedad, no solo para saber el grado económico que existe, el cual tiene que ver con la era digital, sino también para estimular la dirección de las grandes políticas y estrategias a las que arrastra.
La CCS mide la Economía Digital chilena considerando la suma de las ventas de infraestructura TIC, software, servicios, telecomunicaciones y comercio electrónico. El 2015, la economía digital alcanzó ventas totales por casi US$40 mil millones, es decir, un 11% más en cuanto al año anterior. Si bien, la Economía Digital ha tenido recaídas, los últimos años ha aumentado considerablemente, sobre todo por el comercio online, en donde los consumidores actuales han optado por la facilidad económica y física que les entrega el mundo digital.